Nunca vas a dejar de hacerlo ¿verdad? Siempre, cuando me calmo y logro, ya no olvidarte, apartarte de mis pensamientos, apareces con más fuerza. Cualquiera diría que lo intuyes, que percibes que no te pienso, que no te invoco y golpeas ...
Hoy me has pillado en la calle , ayudando a una grua a encontrar una dirección, podrías haber saludado e irte, pero no, hoy tenías ganas de hablar...hoy que yo no tenía ninguna. Quizas porque él estaba a escasos dos metros, tras la pared, y la puerta abierta. Y en serio, estaba deseando que te fueras, que no alargaras más la conversación. Sin embargo tú no parecías llevar prisa. Has acariciado a mi gata (que suerte la suya), has recurrido a las formalidades y cuando se han agotado...has seguido ahí, sin hablar, sin moverte. Para romper el hielo, he comentado lo de tu barba. Si, te has afeitado y he comprobado que tienes cara...Que ni tú te conocías en los espejos, risas, incomodidad por mi parte.
"Me voy a comer " "Si, yo también" pero no te ibas. Cada vez cuesta más despedirse, o es que se me hace eterno, porque hoy deseaba que lo hicieras. Y siempre queda esa sensación extraña, ese peso de palabras que quieren decirse pero que se callan.