Necesito hablar de ti. Sentarme con un buen amigo y vomitar todo lo que llevo por dentro.Desde lo que siento, lo más sencillo e inocente, hasta lo más perverso que pueda pensar. Abrir mi alma, vaciarla por completo y respirar. A veces pienso que lo que realmente necesito es hablarlo contigo directamente. Una barra, un par de cervezas y tiempo, mucho tiempo, bastarían para liberarme. Aunque cómo dice un buen amigo "Es lo que faltaba, tú, él y alcohol que os justifique"
Me he inventado esa noche perfecta, un garito de esos que nos gustan a los dos, en una ciudad lejana. Música alta que nos haga acercarnos para entendernos. Y cuando la bebida halla cumplido con su obligación y los últimos miedos hayan desaparecido, soltarlo todo, en plan "quiza mañana no lo recordemos, quiza sea la última oportunidad". A partir de ahí no se que es lo que sucedería. Puedo rendirme a mis fantasias, despues de todo es mi noche perfecta ¿verdad? Pero me siento tan culpable con todo esto, que ni en sueños logro soltarme. Y cuando mi subconsciente se digna a meternos juntos en el mismo sueño, yo misma me encargo de estropearlo. La expresión "ni en sueños" alcanza en mí su máximo significado....
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